International solidarity is frequently presented as an asymmetrical flow of assistance travelling from one place to another. In contrast, we theorise the more complex, entangled and reciprocal flows of solidarity that serve to enact social change in more than one place simultaneously. The international campaign against apartheid was one of the most widespread, sustained social movements of the last century. This paper examines the spatial practices of the Non‐Stop Picket of the South African Embassy in London (1986–1990). Drawing on archival and interview material, we examine how the Picket produced solidarity with those resisting apartheid in South(ern) Africa. We argue that how the need for anti‐apartheid solidarity was framed politically cannot be understood in isolation from how it was performed in practice. The study of solidarity is enriched by paying attention to the micropolitics of the practices through which it is enacted and articulated through key sites. La solidaridad internacional es frecuentemente presentada como un flujo asimétrico de asistencia viajando de un lugar al otro. A diferencia, teorizamos los más complejos, enredados y recíprocos flujos de la solidaridad, cuales sirvan para promulgar el cambio social en mas de un lugar en forma simultánea. La campaña internacional en contra apartheid fue una de los movimientos sociales más amplios y sostenido del siglo pasado. Este artículo examina las prácticas espaciales del piquete continuo en frente a la Embajada de Sudáfrica en Londres (1986–1990). Sobre la base de materiales de archivos y entrevistas, examinamos como el piquete producía solidaridad con los que resistían apartheid en el Sur de África. Argumentamos que cómo la necesidad para la solidaridad contra el apartheid se enmarca políticamente no puede ser entendido en forma aislada de cómo fue realizado en la práctica. El estudio de la solidaridad se enriquece prestándole atención a la micropolíticas de las prácticas a través de la cual se promulgó y articula a través de los sitios clave.