Gentrification is generally associated with improvements in neighborhood amenities, but we know little about whether the improvements extend to public schools. Using administrative data (from spring 1993 to spring 2004) from the third largest school district in the United States, we examine the relationships between gentrification and school‐level student math and reading achievement, and whether changes in the composition of the student body account for any changes in achievement. After testing several alternative specifications of gentrification, we find that, in Chicago, gentrification has little effect on neighborhood public schools. Neighborhood public schools experience essentially no aggregate academic benefit from the socioeconomic changes occurring around them. Furthermore, they may even experience marginal harm, as the neighborhood skews toward higher income residents. For the individual student, starting first grade in a school located in a gentrifying neighborhood has no association with the relative growth rate of their test scores over their elementary school years. Resumen La gentrificación está generalmente asociada a mejoras en los servicios locales. Sin embargo, sabemos poco sobre si estas mejoras se extienden a las escuelas públicas. Usando información administrativa (desde el verano del 1993 a la primavera del 2004) del tercer distrito escolar más grande los EE.UU. examinamos la relación entre gentrificación y rendimiento a nivel escuela en matemáticas y lectura, y si los cambios en la composición del alumnado tienen efectos en dicho rendimiento escolar. Luego de probar varias alternativas, encontramos que, en Chicago, la gentrificación tiene poco efecto en las escuelas públicas locales. Las escuelas públicas locales no experimentan en general algún beneficio académico agregado de los cambios socioeconómicos que ocurren alrededor de ellas. Es más, estas incluso pueden experimentar un daño marginal en la medida que el espacio local es colmado de residentes de mayores ingresos. Para el estudiante, empezar el primer grado en una escuela ubicada en un barrio en gentrificación no guarda alguna relación con la mejora en sus pruebas escolares a lo largo de sus años de educación primaria.