Many have debated whether or not human smugglers, known as coyotes, are involved with drug trafficking organizations. Scholars have largely rejected so‐called “narcocoyotaje”, however; we hope to problematize this narrative by adding a new theoretical layer to the discussion. Namely, we explore the ways in which different criminal activities produce hierarchies and control illicit activities within the clandestine geography of the US–Mexico border. These “illicit regimes” operate against the State, creating a hierarchy that dominates other illicit activities in order to maximize profit, avoid detection and consolidate power. While other studies have explored the relationships between the State and illicit practices this article takes the relationship between two illicit industries as its object of study. Doing so will help us move past the simply binary question about whether or not coyotes are involved with drug cartels, and allows us to understand what is being produced by this relationship, and its consequences for everyone involved. El presente artículo analiza el debate sobre el fenómeno del coyotaje y si los coyotes (traficantes de indocumentados) establecen una relación con las organizaciones del narcotráfico. Hasta ahora los estudios han descartado la idea del “narco‐coyotaje” (una asociación entre narcotraficantes y traficantes de migrantes). Sin embargo, la investigación presentada retoma este tema y le da un giro empírico y teórico. Examinamos como las diferentes actividades criminales crean jerarquías que controlan los negocios ilícitos en la frontera de México con los Estados Unidos. Estos “regímenes ilícitos” operan en contra del Estado y construyen estructuras compuestas de diversas ramas de negocios “chuecos” para producir mayores ganancias, evitar la ley y consolidar su poder. Aunque otros estudios abarcan la relación entre el estado y los grupos criminales, este articulo toma como tema de investigación la relación entre dos importantes industrias ilícitas (el contrabando de migrantes y el de narcóticos). Este nuevo enfoque nos ayuda a comprender las limitaciones de las investigaciones que se reducen solo a la cuestión sobre una posible relación entre coyotes y los carteles de drogas; a la vez esto nos da una nueva visión sobre las consecuencias sociales de esta relación criminal.